Para mantener su efecto protector, una aplicación cada dos semanas suele ser suficiente. Tras lluvias intensas, se recomienda repetir la aplicación, ya que el agua puede reducir la eficacia del tratamiento.
Los beneficios tangibles para su jardín
Usado regularmente, este espray casero ayuda a restablecer el equilibrio natural de tus plantas. Ofrece una alternativa suave a los productos químicos, respetando la biodiversidad del jardín.
También es una oportunidad para prestar atención regular a tus plantas. Observar, rociar, tomarte tu tiempo: estas sencillas acciones promueven una mejor comprensión de las necesidades de las plantas y fortalecen la conexión con tu jardín.
Un consejo sencillo para un jardín más responsable
Adoptar un espray de cáscara de ajo es un paso hacia una jardinería más consciente, inspirada en la sabiduría de antaño. Demuestra que las soluciones más efectivas a veces son las más sencillas, y que nuestras abuelas sin duda sabían lo que hacían.
La próxima vez que peles un diente de ajo, piénsalo: tu jardín te lo agradecerá.
