Encontrando el camino de regreso
Cuando Emily volvió a ver a Lily, no fue el alegre reencuentro que había imaginado.
La pequeña estaba en la sala de observación, callada, insegura.
« Hola, cariño », susurró Emily.
Lily la miró con ojos confusos. " Dijeron que mi mamá se había ido ", dijo en voz baja.
Emily se arrodilló, con lágrimas corriendo por sus mejillas. " No, cariño. Nunca dejé de buscarte. Nunca. "
Pasaron semanas antes de que Lily volviera a confiar. Sesiones de terapia, visitas breves, charlas amables: paso a paso, reconstruyeron lo perdido.
El regreso de la canción de cuna
Meses después, una tarde de otoño, Emily y Lily volvieron a pasear por Venice Beach . El mismo cielo dorado se extendía sobre ellas, el mismo sonido de las olas rompiendo.
“¿ Mami? ”, preguntó Lily en voz baja.
“ ¿Sí, cariño? ”,
“¿ Todavía cantas la canción de cuna? ”.
Emily sonrió entre lágrimas. « Todas las noches. Solo esperaba que lo volvieras a oír » .
Se quedaron al borde del agua, con las olas rozando sus pies.
El mundo se sentía frágil pero completo de nuevo: un lugar donde la pérdida y el amor podían convivir, y donde la voz de una madre finalmente podía encontrar su camino a casa.